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Atención al Paciente con Demencia

Taller de Memoria
Residencias de Ancianos Larrañaga: La seguridad de contar con el respaldo de un grupo de profesionales cualificados en la atención individualizada de nuestros residentes, acompañándolos con rigor, profesionalidad, cariño y respeto.

De acuerdo con la definición de la OMS, “Demencia” es un término genérico para referirse a varias enfermedades, en su mayoría progresivas, que afectan a la memoria, a otras capacidades cognitivas y al comportamiento, y que interfieren notablemente en la capacidad de la persona para llevar a cabo las actividades cotidianas.1

Las demencias son una de las principales causas de discapacidad y dependencia y suponen graves y progresivas limitaciones para la autonomía en las actividades básicas e instrumentales de la vida diaria. Es responsable del 11,9% de los años vividos con discapacidades debidas a enfermedades crónicas.1,2

Quebranta el funcionamiento normal de la cognición, la conducta y los estados psicológicos con una gravedad tal, que impide el desarrollo de una vida autónoma. Genera graves impactos, no sólo para quienes padecen la enfermedad, sino también para sus familiares cuidadores, constituyendo una patología del núcleo familiar. La familia y, en particular, quien ejerce las funciones de cuidador principal, sufren muy a menudo sobrecargas y desestructuración en distintos ámbitos de su vida personal, social y laboral.3,4

Cuidar a una persona con Alzhéimer, puede afectar a la salud física y mental del cuidador, así como a su bienestar y sus relaciones sociales. Es un trabajo que exige un alto nivel de profesionalización. Nuestro equipo multidisciplinar realiza una valoración inicial, estableciendo un programa de intervención adaptado a cada residente y acorde al grado de deterioro cognitivo y de dependencia funcional, que se revisa periódicamente. Este programa da respuesta a las necesidades del paciente en las distintas áreas, consiguiendo:

  • Fomentar la autonomía, apoyando en la realización de las actividades de la vida diaria y participando en actividades terapéuticas funcionales.
  • Fomentar la participación social, mediante la inclusión en actividades lúdicas.
  • Retrasar el deterioro cognitivo, mediante la inclusión en grupos de estimulación cognitiva.
  • Ubicar al residente en el entorno adecuado. Favoreciendo un ambiente normalizador, en demencias iniciales, leves y moderadas, o eligiendo un ambiente de confort, para demencias graves que precisan de una gestión y selección de los estímulos recibidos.

Contamos con un sistema de módulos, entre los que se incluye una Unidad de Demencias, con protocolos específicos de intervención, que han sido revisados y actualizados, teniendo en cuenta las especiales características de los residentes. Esta unidad provee de un entorno seguro, tranquilo y confortable, con turnos de custodia continua, que han permitido reducir el número de contenciones mecánicas dirigidas a prevenir las caídas y un ambiente de estímulos controlados y dirigidos únicamente a la estimulación cognitiva, evitando/reduciendo con ello la aparición de ciertos síntomas propios de las demencias.

En las Residencias de Ancianos Larrañaga buscamos incesantemente adaptar y mejorar nuestros servicios para que estos provean de la adecuada calidad de vida a nuestros residentes. Recientemente se ha llevado a cabo una formación sobre el manejo de estos síntomas psicológicos y conductuales (SPC), que hacen referencia a un grupo heterogéneo de reacciones psicológicas, síntomas psiquiátricos y de la conducta que ocurren en personas con demencia de cualquier etiología.  Se trata de dos clases de síntomas: los síntomas psicológicos, (por ejemplo, depresión, ansiedad, psicosis); y los síntomas conductuales (por ejemplo, agresividad, hiperactividad motora, desinhibición). La eliminación completa de los SPCD no siempre es posible, por lo que, en ocasiones, deberemos aceptar una reducción de la frecuencia e intensidad de los síntomas, dando prioridad al bienestar del paciente. Para su manejo se ha fomentado:

  • La comprensión del proceso biológico que produce la demencia, de manera que el profesional entienda el origen y la causa de estos síntomas.
  • La asunción de la perspectiva personal del paciente, generando empatía y comprensión.
  • La búsqueda y modificación de posibles factores desencadenantes, para reducir y evitar su aparición.
  • Una actitud que permita confianza y sensación de control en el residente.4,5.

Somos conscientes de que para trabajar y acompañar a pacientes con demencia es necesario rigor, profesionalidad, cariño y respeto. Estos valores siempre estarán incluidos en nuestro nivel de exigencia diario.

 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Uslar, W. N. (2013). Perspectiva evolucionaria de la enfermedad de Alzheimer y el envejecimiento. Revista Memoriz.
  2. Castellanos P, Cid M, Duque San Juan P, Zurdo Martín. Abordaje integral de la demencia. Sistema Nacional de Salud. 2011; 35 (2).
  3. Mangone, C. A., Allegri, R. F., Baumann, D., De Pascale, A. M., Arizaga, R. L., Taragano, F. E., & Sica, R. E. P. (1999). Heterogeneidad clínica de la enfermedad de Alzheimer. Educación (en años), 7(39), 3-66.
  4. Ministerio De Sanidad, Consumo y Bienestar Social. Plan Integral de Alzheimer y otras Demencias. (2017- 2020).
  5. Olazarán-Rodríguez, J., Agüera-Ortiz, L. F., & Muñiz-Schwochert, R. (2012). Síntomas psicológicos y conductuales de la demencia: prevención, diagnóstico y tratamiento. Rev Neurol, 55(10), 598-608.